sábado, 5 de diciembre de 2015

EL LIBRO DEL TAO ELEVADO -POEMARIO


EL LIBRO DEL TAO ELEVADO:
TAO TE KING, de LAO TSE.
Parafraseándolo, elevaría el Libro del Tao a nuevas alturas.


Tao 1


El Tao que puede ser explicado, definido, amado o revelado no es el Tao sempiterno, porque no posee sentido, ni ton ni son. Llamo no-Ser a ese principio antes de la creación. Llamo Ser supremo al Creador, de todo aquello que ves y no ves. El sendero al no-Ser es una verborragia aquilatada que te clava a la esencia de la barahúnda. La teología del Ser comienza desde el no-Ser. El Espíritu se une al espíritu humano y el alma regresa al inicio de todo, al huerto, a través de los misterios y maravillas de la fe.


Tao 2


Cuando el hombre se encadena a la belleza interior la verdadera fealdad emprende la retirada. Cuando el hombre se llena de luz y bondad no le queda espacio para la oscuridad y el mal. Desde el no-Ser, en el Ser se generó todo. La genuina bondad es absoluta, totalizante. Lo difícil y lo fácil dependen del talento y el ánimo, lo largo y lo corto, el uno y el otro, se determinan, lo alto y lo bajo se ubican respectivamente, la voz y el tono se acuerdan entre sí, el antes y el después se siguen consecuentemente. El atenerse a no-obrar es un obrar singular, el enseñar sin palabras es una gran obra. El genio humano puede crear la más bella poesía y modificar el pensamiento y el curso de la historia. Los seres van a Él por motivos sobrenaturales, y es el dueño de lo material e inmaterial, y todo mérito y gloria le pertenecen a Él. El quietismo es la antípoda del crecimiento global.


Tao 3


La sabiduría proviene del Cielo, hay que experimentarla, y el talento lo entrega la gracia divina. La sana competencia enriquece el juego, al equipo. Los objetos preciosos son fatuidad, la codicia prostituye el alma. El sabio trasvasija su corazón al Todopoderoso. Administrar mal el talento es un desperdicio y la entropía y los muchos ronquidos empobrecen.


Tao 4


La Luz fluye sin cesar produciendo una dicha desbordante; es un abismo sin fondo, sempiterno, y el ancestro de toda cosa. No posee asperezas ni enredos porque es brillo y perfección sublimes: su esplendor ilumina los siglos de los siglos. Esto es profundo, misterioso e impactantemente real. El Hijo es el enviado. Nada es anterior al eterno Dios. La santidad desenmascara al ruin.


Tao 5


En la tierra no hay humanidad, amor al prójimo. Los hombres se tratan como perros de paja. El cielo y la tierra son el escenario de la acción del reino de los cielos, del plan de restauración. Ante Él el discurso termina, por eso más vale guardar Su palabra.


Tao 6


Desde el valle del vacío todos los cuerpos y seres fueron elaborados, como con el amor de una pía madre. El vacío es la raíz del universo, que como un reloj, es guiado y protegido por el Relojero, hasta que se cumpla con lo profetizado.


Tao 7


El cielo y la tierra no duran desde siempre y no viven para sí mismos. Durarán hasta que se cumpla el propósito. Por eso el sabio es un servidor; excluye a su persona del orgullo y siempre se halla en el primer lugar. Él se entregó a sí mismo y por eso permanecerá. Porque el amor no busca lo suyo: cumple con su finalidad.


Tao 8


La bondad suprema es como el agua. La virtud del agua es la de beneficiar a todos sin distinciones y permanecer con sencillez en los lugares bajo la tierra.
Actuando así es la imagen de la Luz. Por eso el sabio para su morada ama la tierra, temporalmente, en su pensamiento es profundo, en el don procede con amor, en su palabra se atiene a la verdad revelada, en el gobierno busca la paz, en sus quehaceres procede con habilidad, en sus actos busca la oportunidad y porque rivaliza con los demonios y las ofensas; la oscuridad todo se lo reprocha.


Tao 9


Poseer un corazón como una copa llena que rebosa por los bordes es posible. Usar habitualmente una herramienta y querer tenerla siempre afilada sin la debida restauración, no podrá durar mucho tiempo. Cuando el oro y el jade llenan tu casa no podrás mantenerlos seguros. Quien siendo rico y poderoso se vuelve soberbio acarrea su propia ruina. Retirarse gozoso de la obra bien acabada es lo que hace el sendero del cielo. A cada día su propio afán.


Tao 10


El ser humano es espíritu, alma y cuerpo; una trinidad que unida se subyugará al Creador. Haceos como un niño, respirad como tal. Purificar la visión interior hasta volverla inmaculada. Que el espíritu despierto controle tu mente. Amar a los hombres y regir el Estado maximizando la sabiduría. Por mientras la puerta del cielo esté abierta poblad el conducto que conduce a ella. Comprenderás las cosas con la iluminación. Producir y alimentar, crear sin poseer, actuar sin apropiarse, ser jefe entre los hombres sin dominarlos. Tal es la misteriosa y sobrenatural Virtud.


Tao 11


Treinta rayos convergen en el club de una rueda pero es de su vacío que depende la utilidad del carro. Modelando la arcilla se hacen vasijas pero es de su vacío que depende la utilidad de la vasija. Se horadan puertas y ventanas para hacer una habitación. En consecuencia así como nos beneficiamos con lo que es, debemos reconocer la utilidad de la invisibilidad que transforma lo que no se ve, sojuzgando lo material.


Tao 12


Determinados colores y artificios enceguecen al hombre. Determinadas partituras y afirmaciones ensordecen al hombre. La gula y el hedonismo embotan al hombre. Los objetos preciosos desvían la conducta del hombre. Por eso el sabio alimenta el ojo del espíritu no el vientre. Rechaza esto y toma aquello.


Tao 13


El favor y la humillación acongojan al hombre. Lo que nos honra y lo que nos daña existen porque tenemos un ego. El compadrazgo es despreciable y el hombre que lo recibe algo extravía, y cuando pierde el favor se acongoja. El mayor sufrimiento es el que maltrata al yo. La altivez debería finar. El que se ama a sí mismo que no gobierne.


Tao 14


Dirigimos a Él la mirada pero no lo vemos. Su Nombre es omnisciente. Le escuchamos atentamente pero no le oímos. Su Nombre es omnipresente. Tratamos de tocarlo y lo sentimos solamente. Su Nombre es omnipotente. Estas tres características son inseparables y ellas se funden en la Unidad. Gloria a la Trinidad. No posee un aspecto superior o inferior. Permanece silencioso y no sabríamos como definirlo. Nos retornará a la santidad del comienzo de todo. Forma sin forma, imagen sin objeto. En un cara a cara no vemos su rostro, que sí está presente. Quien se atiene a la senda apostólica para someterse al Ser Supremo puede entonces conocer el primordial comienzo. Tal es el hilo conductor del Tao o Luz.


Tao 15


Los profetas de la antigüedad eran directos, agudos y profundos, y todos les reconocían. Por eso se les puede describir en su aspecto interior y exterior.
Cautelosos como quien cruza un arroyo en invierno, reservados como un huésped, a veces, nunca indiferentes como ese hielo que se funde, sencillos como un tronco de árbol, vastos como un valle, claros como el río de la montaña ¿Quién como ellos derrotan a la oscuridad? ¿quién como ellos engendran serenidad?
El que sigue esta vía no desea la abundancia de bienes porque sólo estando libre de posesiones se puede ser humilde, evitar compromisos frívolos y alcanzar la plenitud. Sed subordinados del Espíritu.


Tao 16


Aquel que lo vacia todo ante Dios mantiene su plena serenidad. De los diez mil seres que se mueven puede entonces contemplar su existencia. De cualquier modo que las cosas florezcan, vuelvan a la raíz de la cual crecieron. Volver a la raíz significa quietud, quietud significa volver a la condición original. Volver a la condición original: esa es la Ley Eterna. Discernir la Ley Eterna es estar esclarecido, no conocer la Ley Eterna es atraerse la desgracia. El que abraza la Ley Eterna es comprensivo, siendo comprensivo es justo, siendo justo es regio, siendo regio se iguala al Cielo, igualándose al Cielo se conduce conforme a la Luz, conduciéndose conforme a la luz es eterno, y durante su vida será salvo.


Tao 17


De los buenos soberanos apenas se supo que existieron. Los sucesores de éstos fueron amados y alabados, los sucesores de éstos fueron temidos, los sucesores de éstos fueron despreciados. Con los años extraviaron la integridad, la humildad. Confía en la Virtud y síguela, no tengas miedo de hacer y someterte al Bien.


Tao 18


Cuando el Tao fue olvidado gracias a la sabiduría, aparecieron las enseñanzas sobre la virtud y la equidad. Cuando la inteligencia y el saber prosperaron disminuyeron las falsedades. Cuando los parientes próximos se enemistaron aparecieron los ideales de la piedad filial y el amor paternal. Cuando el Estado cayó en la anarquía se confirmó el ideal del ministro fiel.


Tao 19


No rechaces la sabiduría ni la ciencia y el pueblo se beneficiará cien veces.
No rechaces la moral ni la justicia y el pueblo volverá por sí mismo a la piedad filial y al amor paternal. No rechaces la habilidad y la prosperidad y habrá menos ladrones y bandidos, pues estas cosas no son simulacros. Por eso cuida también que los hombres puedan recuperar su confianza: que sean profundos y de respiro sobrenatural, y que reduzcan su egoísmo y moderen sus ímpetus. Sí existe un puente de regreso a la Virtud original o huerto del principio.


Tao 20


Entre el Bien y el Mal existe una gran diferencia, un abismo. Son dos polos opuestos, dos reinos, con un único puente. La soledad es el vacío del alma y durará todo el tiempo que estés sin Dios. Todos los hombres se regocijan cuando valoran el Gran Sacrificio, como cuando suben en primavera a las terrazas. Sólo yo estoy indeciso sin que un signo me haya aparecido como un recién nacido que aún no sabe sonreír, inquieto y errante como un vagabundo. Todos los hijos tienen en abundancia, sólo yo parezco un desheredado. Mi corazón es como el de un insensato, confuso y sombrío. Los hombres vulgares que claman son esclarecidos, sólo yo parezco obtuso. Los mundanos son vivaces y parecen seguros, yo en cambio parezco deprimido, agitado como el océano, arrastrado a la deriva sin cesar. Todos los hombres poseen algún talento espiritual, sólo yo estoy ocioso como un mendigo, pudiendo ser un vasallo laborioso de la Luz. El hombre que es diferente es aquel que valora el sustento y poder del Gran Sacrificio.


Tao 21


El contenido de la Virtud procede enteramente de la luz. El demonio anima la oscuridad y el caos, las imágenes oscuras y caóticas, el proceder oscuro y caótico. Misteriosa e insondable es la esencia, absolutamente verdadera, que habita en Él. En esa esencia reside la confianza, el rescate. De todo tiempo hasta hoy no se ha podido prescindir de Su Nombre. Pues todo comienza en Él, con Él ¿De dónde me viene éste conocimiento de la naturaleza de las cosas? Del Creador, de las mismas.


Tao 22


Lo incompleto será completado, lo torcido será enderezado, lo vacío será colmado, lo viejo será renovado. Quien tiene poco por dar, recibirá. Quien tiene mucho, perderá. Por tanto, el sabio abraza la unidad, la fusión con el Padre, y se vuelve un modelo para el mundo. No busca brillar y por eso resplandece. En su persona procura hacerse nada y de ahí su magnificencia. Está libre de vanidad por eso puede realizar su obra. No se exalta y por eso es exaltado. Con nadie compite, por eso nadie pude competir con él. El viejo adagio: “Lo incompleto será completado”, no es una profecía vana. En Él se expresa la plenitud verdadera; es un testimonio de transformación.


Tao 23


Hablar poco es lo normal. Un vendaval no dura una mañana ni una lluvia torrencial un día entero ¿Quién los produce? El cielo y la tierra. Y si el Cielo y la Tierra no pueden hacer nada durable cuanto menos ¿lo podrá el hombre? Quien sigue el fulgor se identifica con el fulgor. Quien se atiene a la virtud se hace uno solo con la Virtud. Quien pierde el fulgor se identifica con los otros extraviados. Quienes siguen a la divinidad son recibidos por sus hermanos de credo. A quien se atiene a la Virtud, los hombres de la Virtud se regocijan en recibirlo. Los extraviados se regocijan con los extraviados. Por eso el hombre de poca fe no recibirá los beneficios de la fe ¿Qué es el hombre sin fe?


Tao 24


Quien se alza en la punta de los pies pierde la estabilidad. Quien da grandes zancadas no avanza. Del mismo modo quien se exhibe no es esclarecido. Quien procura destacarse pierde su reputación. Quien se jacta no puede realizar exitosamente su obra. Quien se enorgullece de lo que hace no realiza nada perdurable. Éstos, desde el punto de vista del Creador son como restos de comida y tumores purulentos. Cosas que todos aborrecen. Por eso el hombre de Dios se aparta de tales caminos.


Tao 25


Hay un solo ser perfecto. Antes de que el cielo y la tierra fuesen, Él ya era.
Aparentemente silencioso y solitario. Oh cuan solitario e inmutable es. Se desplaza en todas direcciones sin correr peligro. Llamémosle, si se me permite, el gran Hacedor. Todos conocen Su Nombre, revelado. En la dificultad de darle un verdadero nombre lo denomino Todopoderoso. Todopoderoso quiere decir que siempre está en movimiento, que está siempre en movimiento quiere decir que se aleja, que se aleja quiere decir que retorna. El Omnipresente es muy grande, el cielo es grande, la tierra es grande, y el hombre pío también es grande. En el espacio del mundo hay cuatro grandes y el hombre es uno de ellos, cuando renace. El hombre sigue la ley de la tierra, la tierra sigue la ley del cielo, el cielo sigue la ley del Omnisciente y el Omnisciente sigue su propia ley. El hombre se someterá al Omnipotente.


Tao 26


La gravedad es la raíz de lo ligero, la quietud es el fundamento de la actividad. Así como un hombre prudente que viaja todo un día no se separa de su pesado fardo de equipaje, aun en medio del honor y la gloria es factible permanecer calmo y sin inquietudes. Con cuanta mayor razón entonces a las autoridades les está prohibido llevar una conducta alocada o irresponsable, perder por ligereza sus propias raíces y por su impetuosidad la compostura.


Tao 27


El buen caminante deja huellas, el buen orador refuta el error, el buen calculador no necesita máquinas de cálculo, un buen cerrajero no emplea trancas ni barrotes, pero nadie puede abrir; un buen ligador anuda pero nadie puede desatar. Del mismo modo el sabio, salvador profesional de los hombres, tiene sus propios procedimientos. Se erige en maestro competente de otros quienes son la materia propia de su oficio. Aspira a salvar al mundo, por eso depende de la gracia y de las cosas del mundo. Esto es lo que se llama velar la luz. El hombre piadoso no se considera mejor que los otros, el hombre malo utiliza o abusa de los otros. La gracia es el gran secreto.


Tao 28


El que valora la fuerza de lo paterno y lo materno en el hogar se vuelve como el profundo cauce del mundo. Siendo el profundo cauce del mundo, la Virtud eterna no lo abandona y retorna a la lozanía original. Quien está consciente de su claridad pero asume las habilidades de la oscuridad, se vuelve modelo del mundo. La Virtud eterna no lo abandona y retorna al estado original. Quien conoce la gloria pero se conserva en la humildad llega a ser el seno del mundo. Siendo el seno del mundo poseerá la Virtud eterna en abundancia y retornará a la simplicidad original. La madera en bruto una vez cortada sirve para tallar objetos. Si el sabio obrara de este modo al gobernar llegaría a ser el jefe de los subalternos. Por eso el buen gobernante corta bien. La lozanía original es el edén.


Tao 29


Para aquel que detenta el gobierno querer manipularlo es el fracaso. El gobierno es un vaso sagrado que nadie tiene derecho a manipular. Quien lo manipula lo arruina, quien se apropia lo pierde. Porque con respecto a las cosas unas van delante, otras van detrás; unas son cálidas, otras son frías; unas son vigorosas, otras son débiles; unas son estables, otras son efímeras. Por eso el sabio rechaza el exceso, la extravagancia y la gloria ¿Te gobierna el que todo lo gobierna?


Tao 30


El hombre del cielo que asesora a un gobernante se opondrá a toda conquista por las armas, pues tales procedimientos siempre traen consecuencias. Donde acampan los hombres de armas sólo crecen espinos y zarzas. Al reclutamiento de un gran ejército siguen años de penurias. Por eso el buen general cumple su cometido y se detiene. No se arriesga a la conquista. Cumple su cometido y no se gloría por lo hecho. Cumple su cometido y no se jacta de su victoria. Cumple su cometido y no se enorgullece de lo logrado. Cumple su cometido como un imperativo lamentable. Cumple su cometido pero no aprecia la violencia. A todo apogeo sigue siempre la decadencia. Hacerse poderoso es contrario a la luz y todo lo que contradice a Dios perece rápidamente.


Tao 31


Las armas son instrumentos nefastos que todos aborrecen por eso el hombre de la luz las evita. El hombre noble en tiempos de paz tiene la izquierda por lugar de honor, pero en asuntos militares el lugar de honor es la derecha. Las armas son instrumentos nefastos, no es propio del sabio recurrir a ellas sino cuando sea inevitable su uso prefiriendo siempre la serenidad y la paz. En la victoria no debe haber regocijo, porque aquel que quisiera regocijarse se regocijaría de darle muerte a los hombres, y el que se regocija de matar hombres no puede reinar sobre los hombres. En los días fastos se considera la izquierda como el lugar de honor, en los días nefastos el lugar de honor le corresponde a la derecha. En los tiempos de guerra el teniente general se ubica a la izquierda, el general en jefe se ubica a la derecha, en el lugar de los ritos funerarios. El que mate gran cantidad de hombres debe llorarlos con pesar y luto. La actitud del vencedor del combate debe ser la que conviene a las ceremonias fúnebres.


Tao 32


La luminosidad en su eternidad es de una simplicidad absoluta. Pero aunque ínfimo el mundo no puede someterle. Si los reyes y legisladores se atuvieran al evangelio todos los seres le respetarían. El cielo y la tierra se fusionarían para destilar un dulce rocío. Por sí mismo y con la mínima injerencia del gobierno el pueblo se ordenaría en paz y armonía. Pero desde que la civilización comenzó surgieron los nombres grandes y los egos que adquirieron existencia propia y por su naturaleza no se pueden detener. Si la altivez y la ofensa supieran parar a tiempo no se correría peligro alguno. Se puede comparar la relación del Redentor con el mundo a las del arroyo de la montaña y aguas de los valles con los grandes ríos y mares.


Tao 33


Quien conoce a los hombres es sabio, quien se convirtió a Dios es un iluminado. Quien vence a los hombres es fuerte, quien le permite al Salvador asear el alma es más fuerte. Quien sabe bastarse es rico, quien es decidido tiene voluntad. Quien pone a Jesús en el centro resiste. En morir sin perecer habita la longevidad perenne cierta.


Tao 34


El Verbo es omnipresente, pude hallarse a la derecha o a la izquierda. Todos los seres le deben su existencia y Él no los rechaza. Él cumplirá su obra, las profecías. Viste y alimenta a todos los seres y sí señorea sobre ellos. Su deseo es la redención de todos. Todos los seres dependen de Él y lamentablemente no todos le reconocen, no se le subordinan. Por otra parte el sabio nunca asume su grandeza, y por eso es grande.


Tao 35


A quien conserva en sí la gloria, muchas personas acuden. Acuden mas el no sufre daño alguno y permanece en salud, paz y armonía. El sonido de la música y el aroma de los buenos platos atraen al peregrino que pasa mas lo que sale de la boca de Dios es férreo. Lo miras y quedas maravillado, lo escuchas y escuchas a la eternidad misma. Su gracia es inagotable.


Tao 36


Si quieres que algo se contraiga debes primero dejar que se dilate. Si quieres que algo se debilite, debes primero dejar que se fortalezca. Si quieres que algo se reduzca, debes dejar primero que se desarrolle. Si quieres tomar algo, debes primero dar. Esto es lo que se llama tener claridad en lo invisible, pues el amor vence a la dureza y a todo. Así como el pez no debería ser sacado de las profundidades, el hombre no debería exhibir sus armas, su fuerza.


Tao 37


Todo lo creado es obra de Él. Si el gobierno y ciudadanos se atuvieran a sus mandatos, seríamos una sociedad ordenada y en armonía. La luz y su sabiduría suprimen los deseos impuros. Subordinados al Creador todo es correcto.


Tao 38


El hombre de virtud superior no se considera virtuoso, por eso y más posee virtud. El hombre de virtud inferior se considera virtuoso, por eso carece de virtud. La virtud superior testifica de sí. La virtud inferior testifica de sí. La bondad superior actúa desinteresadamente, la justicia que obra tiene sus propósitos. El rito en sí mismo es nada. Cuando se extravía la luz se pierde la virtud, cuando se extravía la virtud se pierden la bondad y la justicia. La fe indigente genera discordias. El saber de los antiguos profetas es conocimiento y el principio de todas las bendiciones. Por eso el sabio se atiene a la solidez de la Palabra y el árbol se conoce por sus frutos.


Tao 39


Los hombres antiguos alcanzaron a Dios. En el cielo, propiedad de Dios, tiene firmeza y los hijos del Padre tienen poder y el vacío alcanzado por el Espíritu tiene plenitud. Todo lo creado proviene de Dios, y sus seguidores son modelos de buena conducta y piedad al mundo. Si el cielo no fuese firme como una roca, la tierra, los hombres y todo se desgarraría. El evangelio es el pilar que a todo le da firmeza. La nobleza proviene de la humildad, la altura del hombre parte desde abajo. Nadie que brille con luz propia perdura.


Tao 40


La Encarnación fue la decisión de Dios. Él hace fuerte a los débiles. Todas las cosas bajo el cielo nacieron de un Dios increado.


Tao 41


Cuando un sabio genuino oye hablar de Jesús, con diligencia se subordina a él. Cuando un sabio a medias oye hablar de Dios, conserva por un momento la luz y después se le va. Cuando a un idiota se le entrega un evangelio, éste se ríe. El camino claro nunca parece oscuro, el camino del progreso no es retrógrado, el camino llano se ve regular, la virtud suprema nunca parece vacía, la suprema pureza nunca parece manchada, la virtud cumplida muestra sus capacidades, la solidez de la virtud brilla sin esfuerzos, la verdadera rectitud no genera dudas, el gran cuadrado no tiene ángulos, la música sublime suena suavemente, la gran imagen carece de contornos. El evangelio les abre sus brazos a todos y Cristo sostiene y perfecciona las cosas.


Tao 42


El Padre es Dios, el Hijo es Dios, el Espíritu Santo es Dios. Dios es uno y una Santa Trinidad, y engendró todas las cosas. En el alma hay luz y sombras y a través del libre albedrío ésta elige a su amo. Sin el Padre estamos huérfanos, abandonados y desprovistos. El que quiera ser ensalzado, humíllese delante de Él. El que siembra vientos cosecha tempestades.


Tao 43


Lo blando del amor vence a los corazones duros, el agua del río carcome la roca. Lo inmaterial penetra aun aquello que carece de fisuras. El Invisible lo doblega todo. Todos reconocemos el valor de Su obra. La enseñanza de la Palabra, el valor de la acción por el otro. Pocos son en este mundo los que llegan a comprender su eficacia.


Tao 44


¿Qué es más importante, tu salvación o tu reputación? ¿Qué es más importante, tu vida espiritual o las riquezas? ¿Qué te daña más, el extravío de tu alma o la ganancia de bienes y placeres? Por esto, quien se apega mucho a las cosas, sufre mucho desgaste. Quien atesora mucho, pierde mucho. Quien sabe contentarse, no cae en el deshonor. Quien sabe fijarse límites, no sufre daños y está siempre salvo y seguro.


Tao 45


Lo perfecto parece defectuoso, pero sus efectos no poseen fin. La plenitud parece vacía o limitada pero da de sí sin agotarse jamás. La verdadera rectitud parece tortuosa, la gran destreza parece ineptitud, la máxima elocuencia a veces parece balbuceo. El movimiento vence al frío, la quietud vence al calor. Pureza y serenidad son la justa norma del mundo.


Tao 46


Cuando la Luz reina en la tierra los mejores caballos son llevados al campo para el acarreo. Cuando la Luz se ha perdido en la tierra los mejores caballos se desvanecen en la guerra, en los arrabales. No hay peor pecado que ser indulgente con los propios deseos. No hay peor mal que ser insaciable. No hay peor falta que el apetito de posesión. Por eso quien se sabe contentar está siempre satisfecho. Cuando el deseo personal es el gobernante, hay pocas esperanzas.


Tao 47


Sin salir por la puerta se puede conocer el mundo. Sin mirar por la ventana se puede conocer el camino al cielo, mediante la fe. Cuanto más lejos se va sin luz menos se aprende. Por eso el sabio sabe sin desplazarse, entiende sin ver, realiza sin hacer.


Tao 48


Quien se entrega al estudio de la filosofía acrecienta su conocimiento día a día. Quien se entrega a la luz del día va deshaciendo su inicua filosofía terrenal, hasta alcanzar el estado de paz interior. En la santidad nada queda inacabado. El reino de Dios se arrebata por medio de la acción, partiendo por la gracia de la fe.


Tao 49


El sabio tiene sentimientos propios, hace suyos los sentimientos de Dios. Con los buenos es bueno, con los malos también es bueno. Tal es la bondad de la Virtud. Con los hombres fieles es fiel, con los que no son fieles también es fiel. Tal es la fidelidad de la Virtud. El sabio vive sereno en el mundo y tiene para todos un mismo corazón. Mientras todos fijan en él sus ojos, él los trata como a sus propios hijos.


Tao 50


Los hombres salen a la vida y entran en la muerte. Compañeros de la vida hay tres sobre diez; compañeros de la muerte hay tres sobre diez; hombres que mueren en el ansia de vivir hay también tres sobre diez ¿Y cuál es la razón? Porque buscan vivir intensamente. He oído decir que quien sabe cuidar su vida va por su camino sin temor al tigre ni al rinoceronte, entra desarmado al campo de batalla. El rinoceronte no hallaría donde hincarle el cuerno, el tigre no hallaría donde asestarle el zarpazo, el arma no hallaría donde herirlo en su filo ¿Y por qué? Porque en el sabio no hay nada vulnerable a la muerte: la muerte no lo mata.


Tao 51


Dios crea los seres, la Virtud los alimenta, el medio les da forma, las influencias pías los perfeccionan. Por eso los seres adoran al Creador y aprecian la Virtud, incitados por el Espíritu de Dios. Así pues, Dios engendra las criaturas y la Virtud las nutre. La santidad hace crecer, cuida, desarrolla, conserva, abriga y protege.


Tao 52


El origen del mundo es la madre del mundo. Quien conoce a la madre, conocerá también a los hijos. Quien conoce a los hijos y se vuelve hacia la madre se hallará, fuera de peligro durante toda su vida. Quien mantiene cerrada su boca y sus puertas por toda su vida estará libre de penas. Quien abre su boca y busca acrecentar negocios durante toda su vida estará sin salvación. La madre es un retoño del Creador. Si en ver lo pequeño está la fuerza de la vista, en mantenerse humilde reside la fuerza del hombre. Quien usa la luz divina para retornar a su claridad interior será preservado de todo daño. A eso se le llama el manto de la eternidad.


Tao 53


Si yo tuviera alguna sabiduría querría marchar por el camino real, esquivando los senderos laterales. El camino real es seguro y fácil en el devoto, pero los hombres aman los senderos y atajos. Mientas las costumbres de la corte son suntuosas, en los campos proliferan las malas hierbas y los graneros del pueblo están vacíos. Pero ellos continúan vistiéndose con magníficas ropas, ciñendo afiladas espadas, hartándose de manjares y licores y amasando grandes tesoros. Tales son los caminos del bandidaje, de la corrupción política y religiosa, y no los del camino real, limpio.


Tao 54


Lo que está bien plantado no puede arrancarse, lo que está bien sujeto no puede desplazarse. Aquel de quien los hijos y nietos guardan la memoria, aquel no será olvidado. Cultiva la Virtud en tu persona y tu vida se hará verdadera, cultiva la Virtud en la familia y se hará abundante, cultiva la Virtud en la comunidad y se multiplicará, cultiva la Virtud en el país y prosperará, cultiva la Virtud siempre y se hará universal.


Tao 55


Quien posee la plena Virtud se asemeja al niño recién nacido que la serpiente venenosa no pica, que la fiera no devora, que el ave de presa no arrebata. Sus huesos son blandos y sus tendones flexibles, pero coge con fuerza los objetos.
Ignora la unión de hombre y mujer pero no carece de estímulos, por lo que su virtud seminal está intacta. Llora todo el día pero su voz no enronquece. Es la perfecta armonía. Quien no pierde esa santidad alcanza la longevidad. Quien entiende esto es esclarecido. De los niños es el reino de los cielos. Intensificar la vida: se dice que en eso consiste la felicidad. Poner nuestras fuerzas al servicio de las pasiones: se dice que en eso consiste ser fuerte. En realidad quien emplea su máximo vigor marcha hacia su decadencia. Las bajas pasiones son contrarias a la luz, y todo lo que es contrario a la luz perece rápidamente.


Tao 56


El que no sabe no habla, el que habla no sabe. Cierra su boca, cierra sus puertas, suaviza sus asperezas, resuelve sus enredos, modera su esplendor, se hace uno con el polvo. Polvo eres y en polvo te convertirás. Tal es la unión mística. Un hombre tal es indiferente a la alabanza y al vituperio, es indiferente a la ganancia y a la pérdida, es indiferente a la grandeza y a la humillación, por eso es el más noble del mundo. La lengua delata el estado del alma.


Tao 57


Con la rectitud se puede hacer gobierno, con la habilidad se puede hacer la paz, y sólo obrando bien se conquista el continente ¿Cómo sé que esto es así? Mientras más reglamentos y prohibiciones hay tanto más se empobrecería el pueblo. Mientras más eficiencia hay tanto más sumido en el orden se halla el Estado. Mientras más actúa la gente con habilidad y astucia, tanto más signos nefastos aparecen. Mientras más leyes y decretos se promulgan, tantos más bandidos y ladrones surgirán. Es por esto que el sabio ha dicho: yo me pongo en acción porque el pueblo por sí mismo no evoluciona; yo permanezco sereno en los momentos difíciles y el pueblo sigue el buen ejemplo; yo soy el emprendedor y el pueblo por sí mismo prospera; yo no me subordino al deseo y el pueblo aprecia lo que es sobrenatural.


Tao 58


Cuando el gobierno se inmiscuye bien la virtud del pueblo es abundante. Cuando el gobierno es muy politizado el pueblo carece de virtud. Es en la mala fortuna que la buena fortuna se apoya. La mala suerte acecha a la buena suerte ¿Pero quién entiende que el orden se alcanza tratando de poner orden con firmeza? Pues el desorden degenera en monstruosidad y la buena suerte en superstición y por largo tiempo el pueblo es ciego. Por eso el hombre sabio es estricto pero no tajante, es escrupuloso pero no hiriente, es de principios sobrenaturales, es luminoso y humilde.


Tao 59


Para cooperar con el Cielo en el gobierno de los hombres nada es mejor que la moderación. La moderación permite prevenir, previniendo se fortalece el espíritu, fortaleciendo el espíritu se está a la altura de toda situación, estando a la altura de toda situación se alcanza una capacidad sin límites. Cuando se alcanza una capacidad sin límites se está en condiciones de gobernar el alma y el país. Poseyendo este embrión el buen gobierno, se puede durar largo tiempo. En el bien arraigado y sólido tronco está la vida perdurable y la perpetua iluminación, que se construye sobre esa roca que es eterna.


Tao 60


Se gobierna un gran país como se fríen pececillos, con sumo cuidado. Si el país y el alma se gobiernan con luz los espíritus malignos no vendrán a dañar a los hombres. No es que los espíritus no puedan dañar, sino que dañan porque el sabio que gobierna se subordina a los mandatos del cielo. Cuando ambas cosas están en paz, la virtud original es restablecida.


Tao 61


El gran reino es como el cauce más profundo hacia el cual convergen las corrientes de la tierra. Debe adoptar en el mundo la posición de la hembra. La hembra por su pasividad vence al macho poniéndose debajo. Del mismo modo si un gran reino se pone debajo de uno pequeño por esa vía se lo gana. Por su parte el reino pequeño rebajándose se gana al reino mayor. Uno gana por el hecho de rebajarse, el otro es ganado por el hecho de rebajarse. Porque un gran reino no aspira a otra cosa sino a unir y a alimentar a los hombres. Cada uno obtiene así lo que desea pero es al reino mayor a quien le corresponde rebajarse. Y el cielo se hizo tierra.


Tao 62


La luz debería ser la morada de todos los seres, el tesoro de los buenos, el amparo de los perversos. Con las bellas palabras hasta se puede hacer comercio; con una conducta honorable se es recibido siempre como un regalo. Pero a los hombres que no son buenos, ¿por qué habría que rechazarlos? Por eso en la entronización de un soberano, en el nombramiento de los ministros, más que tributos de jade y caballos, debería ordenarse un tributo a la luz eterna ¿Por qué los antiguos apreciaban tanto al Creador? Porque se dice de él: el que pide recibe; el que ha pecado será perdonado: he ahí que la salvación del alma es el tesoro más preciado.


Tao 63


El que practica el obrar eficaz es productivo en la acción. No halla sabor en lo insípido, ve grandeza en lo pequeño, ve lo mucho en lo poco. Responde al odio con la virtud, trata lo difícil cuando aún es fácil, trata lo grande cuando aún es pequeño, porque todas las dificultades en el mundo comienzan por la facilidad, y todas las grandezas por la pequeñez. La grandeza del sabio consiste en subordinarse a la voluntad del Creador. Quien promete con ligereza rara vez puede cumplir. Quien trata con desenfado muchos asuntos hallará seguramente muchas dificultades. Por eso el sabio preparado siempre para la dificultad jamás halla dificultades, porque se niega a sí mismo.


Tao 64


Lo que aún está quieto es fácil de sujetar, lo que aún no se hace manifiesto es fácil prevenir, lo que es diminuto es fácil de disipar. Enfrenta las cosas cuando aún se hallan en su estado de no-ser, establece el orden antes de que se presente el desorden, pues el árbol ancho como el abrazo de un hombre nació de un brote ínfimo, la torre de nueve pisos comenzó en un pequeño montón de tierra, un viaje de mil leguas comenzó bajo la planta de tus pies. Quien no actúa daña, quien retiene pierde, por eso el sabio actúa y no daña, nada retiene y nada pierde, en tanto que la gente del mundo en sus negocios arruina las cosas cuando están a punto de terminarlas. Por eso procura cuidar tanto del fin como del principio y nunca tus asuntos fracasarán. Por eso el sabio procura estar libre de deseos, no aprecia los bienes difíciles de adquirir, no se somete a los apetitos de la carne, aprende y nunca deja de aprender, vuelve sobre lo que la gente dejó atrás, así favorece el curso natural de las cosas y se arriesga a actuar, con fe.


Tao 65


Los antiguos que sabían gobernar según la luz lo hacían instruyendo al pueblo, manteniéndolo alejado de la ignorancia. Porque si el pueblo se vuelve difícil de gobernar, ello se debe a que fue mal discipulado. Por eso quien gobierna por medio del saber se vuelve benefactor del pueblo, quien gobierna sin emplear el saber se vuelve su saqueador. Quien conoce estos principios conoce la antigua norma de gobierno. El conocimiento de esta norma procede de la Virtud misteriosa. La Virtud misteriosa es profunda y extensa, y si bien es distinta a todo lo conocido, es ella la que opera las grandes realizaciones, mediante la gracia.


Tao 66


Si los ríos y los mares reinan sobre los arroyos es porque se mantienen siempre en lugares más bajos que ellos. Esta es la razón de por que reinan sobre los arroyos. Por eso el sabio si quiere ser el señor de su pueblo debe ubicarse al último. Es así como el sabio llega a ser eminente sin que el pueblo sienta siempre su peso. Es así como llega a ser el guía de su pueblo sin que el pueblo sufra daño alguno. Es así como el pueblo se complace en ser guiado sin hallar fastidiosa su guía. Y justamente porque el sabio no compite con nadie, nadie puede competir con él, ya que es hermano de todos.


Tao 67


La grandeza de mi doctrina es conocida, pero en el ciego mundo se le considera en algún sentido inoperante. Y justamente porque es grande es chocante con el reino de las tinieblas, pero respeta el libre albedrío. Si ella fuera tolerante con la mundanalidad hace tiempo que se hubiese empequeñecido. Tengo tres tesoros que cuido y conservo. El primero es el amor, el segundo es la sabiduría y el tercero es la humildad. Con el amor se tiene coraje y paciencia, el sabio es prudente y generoso, el humilde puede guiar a los hombres a la paz. Pretender tener coraje sin amor, ser generoso sin ser prudente y guiar a los hombres sin humildad, es marchar hacia la muerte. El amor es victorioso en el ataque e invencible en la defensa. Cuando el cielo quiere salvarnos nos protege con ese amor que redime.


Tao 68


El buen capitán no es belicoso. El buen combatiente no se deja dominar por la ira. El buen vencedor es aquel que evita el combate. El buen guía de hombres es un servidor. Tal es su fuerza moral que no lucha; esa fuerza que conduce a los hombres y que se asemeja al cielo, es la más grande de las virtudes.


Tao 69


Entre los guerreros hay una máxima: “Más vale hacer de huésped que de anfitrión, es mejor retroceder un pie que avanzar una pulgada”. Esto es lo que se llama avanzar sin avanzar, repeler sin combatir, enfrentar sin hacer uso de las armas. No hay peor calamidad que pecar descaradamente. Pecando descaradamente me expongo a perder mi tesoro, mi alma. Dos ejércitos batallan por mi alma, uno de ellos es invencible.


Tao 70


Mis enseñanzas son fáciles de entender y difíciles de practicar. Pocos bajo el Cielo las entienden y muy pocos la ponen en práctica. Mis palabras tienen muchos ancestros y mis actos se subordinan al Señor, que muy pocos conocen, lamentablemente; lo mismo sucede con el evangelio. La invariable gloria de Dios es independiente del número de sus devotos. El gran sabio usaba una túnica y era sobrio.


Tao 71


Saber que uno no sabe eso es sabiduría. Creer que uno sabe cuando no sabe eso es una enfermedad. Sólo quien conoce esta enfermedad como tal podrá sanar de ella. Si el sabio no la padece es porque reconoce esta enfermedad como tal, y por eso está libre de este padecimiento. Mientras más sé, menos sé.


Tao 72


Cuando los hombres no temen lo que deben temer, lo más grave puede ocurrir. No estimes estrecha tu casa, ni fastidiosa tu vida, pues jamás nos hastiaremos, si no queremos hastiarnos. Por eso el sabio conoce la naturaleza humana caída, ama a Dios y al prójimo, rechaza lo impío y toma lo de buen nombre.


Tao 73


El que es valiente y temerario perecerá. El que es valiente sin ser temerario guardará su vida. De estos dos modos de actuar uno es beneficioso y el otro dañino ¿Pero quién conoce los designios del Cielo cuando manifiesta su hostilidad a alguien, cuando lo pone a prueba o lo llama? Por eso el sabio juzga el caso difícil. La norma del Cielo es esta: vencer peleando la buena batalla de la fe; dar respuestas a las angustias del alma; atraerlos a la luz llamándolos con amor; actuar con serenidad de espíritu y discernir los designios mediante la gracia. La malla del Cielo es amplia, pero nada se le escapa.


Tao 74


Si el pueblo no le teme a la muerte, ¿qué se gana intimidándolo con la pena de muerte? Y en el supuesto de que el pueblo temiera a la pena de muerte y se pudiera apresar a los sediciosos, ¿quién osaría darles muerte? Dios da la vida y Dios la quita e intentar ocupar su lugar es como querer manejar la azuela en lugar del carpintero. Rara vez se puede hacer eso, sin herirse la mano.


Tao 75


Si el pueblo padece hambre es porque sus gobernantes exigen demasiados impuestos. Si el pueblo es difícil de gobernar es porque sus gobernantes se entrometen en su vida. Si el pueblo hace poco caso de la muerte es porque está demasiado ansioso de vivir. Por esta razón el pueblo no le teme a la muerte. En realidad, quienes no se preocupan de mejorar la vida son los que la favorecerían.


Tao 76


Cuando el hombre nace es tierno y débil, y cuando muere es duro y rígido. Cuando las plantas están vivas son blandas y flexibles y cuando están muertas son secas y rígidas. Por eso la dureza y la rigidez son compañeras de la muerte. Y la blandura y la suavidad son compañeras de la vida. Por eso, cuando un ejército está empecinado es derrotado y cuando un árbol es duro es derribado. Lo grande y fuerte declina, lo suave y tierno prospera.


Tao 77


El camino al cielo se asemeja al arquero que tensa su arco. Rebaja lo alto, eleva lo bajo, aminora lo excesivo y completa lo insuficiente. Esta es la ruta de la santidad. El camino del hombre es diferente: sustrae al que tiene poco para añadirlo al que tiene en demasía. La concentración de la riqueza en pocas manos es inmoral, un problema eterno ¿Pero quién tiene suficiente como para dar al mundo entero? ¿para darse por el mundo entero? Sólo el hombre de la luz, el Verbo encarnado. Por eso el sabio realiza, pero no atesora nada aquí, cumple su tarea pero no busca que se le reconozcan méritos, porque no desea parecer superior a nadie.


Tao 78


En el mundo nada hay más blando que el agua, pero en atacar lo duro no tiene igual y nada hay que la supere. Que lo débil vence a lo fuerte, que lo blando vence a lo duro todo el mundo lo sabe, pero nadie puede ponerlo en práctica. Por eso un sabio ha dicho: el que toma sobre sí el lodo del reino es el Señor que puede oficiar el sacrificio por la tierra. Quien toma sobre sí las desgracias del mundo es el rey del mundo, el Redentor. Esta es una verdad suprema que ofende a los oídos impíos.


Tao 79


Cuando se pone término a un pleito siempre queda un resentimiento ¿Cómo puede estimarse ése un arreglo exitoso? Por eso el sabio se atiene sólo a su deber y no exige nada a los demás. Por eso quien tiene virtud atiende sus compromisos, y quien carece de virtud atiende a sus exigencias. El camino del Cielo es imparcial: le suministra la salvación a todos los hombres sin desfallecer.


Tao 80


Si yo fuera rey de un pequeño Estado de pocos habitantes, utilizaría el talento que hubiere, al máximo de su capacidad. Que el pueblo estuviese dispuesto a rendir dos veces su vida en defensa de sus hogares antes que interesado en huir. Aunque hubiese barcas y carros que nadie los usara. Aunque hubiese armas y corazas que no hubiese ocasión de exhibirlas. Que el pueblo retornara al uso de cuerdas y nudos a modo de escritura. Entonces podría hallar deliciosas sus comidas, espléndidas sus ropas, agradables sus moradas, gozosas sus costumbres. Que las aldeas vecinas estando tan cerca como para oír los cantos de sus gallos y los ladridos de sus perros; la gente muriera de edad muy avanzada sin haber viajado de un país a otro, sin haber huido de la luz.


Tao 81


Las palabras verdaderas no son bellas. Las bellas palabras no son verdaderas. El hombre santo no discute. El que discute no es un santo. El sabio no necesariamente es un erudito. Muchos eruditos son necios descollantes. El santo no acumula bienes y cuanto más hace por los otros tanto más gana para sí. Cuando más da a los otros, tanto más para sí recibe. El camino del Cielo te salva gratis, el sabio camina venciendo las dificultades, con fe, resguardado por la gracia divina.




Fin de EL LIBRO DEL TAO ELEVADO




Del blog antología LAS SOTANAS DE SATÁN.
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JAIME FARIÑA MORALES
ARICA-CHILE